Causa más frecuente de
ceguera prevenible
en adultos

 

Importancia de
controles periódicos
del fondo de ojo

El tratamiento
detiene
su progresión 

¿Qué es la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética es una enfermedad de la retina que se caracteriza por la presencia de múltiples lesiones en el fondo del ojo (microaneurismas, hemorragias, neovasos, etc.) que pueden afectar la visión de forma irreversible y llevar a la ceguera.

A pesar del mejor control de los pacientes diabéticos, la retinopatía diabética aparece en el 35% de los pacientes diabéticos y sigue siendo la principal causa de pérdida de visión y ceguera prevenible en la edad adulta.

La retinopatía diabética es más frecuente en diabéticos tipo 1 que diabéticos tipo 2.


¿Por qué aparece la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética traduce el daño de los vasos sanguíneos de la retina cuando los niveles de glucemia en sangre han sido altos durante un largo periodo de tiempo. Por ello, los principales factores de riesgo para tener retinopatía diabética son la duración de la diabetes y un mal control de la glucemia.

Otros factores de riesgo conocidos son la hipertensión arterial, sobrepeso, hipercolesterolemia, pubertad y embarazo.


¿Cómo se clasifica la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética se clasifica en 5 estadios en función de las lesiones encontradas en el fondo del ojo:

  1. No retinopatía diabética
  2. Retinopatía diabética no proliferativa leve
  3. Retinopatía diabética no proliferativa moderada
  4. Retinopatía diabética no proliferativa severa
  5. Retinopatía diabética proliferativa

La retinopatía diabética proliferativa se caracteriza por la aparición de vasos sanguíneos anómalos (neovasos) en la retina y en el nervio óptico que predisponen a desarrollar complicaciones graves con importante afectación de la visión como la hemorragia vítrea o el desprendimiento de retina.

Retinopatía diabética proliferativa con neovasos y hemorragias en la retina y nervio óptico


¿Qué síntomas produce la retinopatía diabética?

Si no hay afectación de la mácula (edema macular), el paciente con retinopatía diabética puede no tener síntomas hasta etapas muy avanzadas de la enfermedad (retinopatía diabética proliferativa).

En estos casos, el primer síntoma suele ser la pérdida brusca de visión o la aparición de moscas volantes (miodesopsias) en el campo visual debido a hemorragias intraoculares. Los niveles altos y continuados de glicemia favorecen la formación de vasos sanguíneos retinianos anómalos y muy frágiles con una alta tendencia al sangrado intraocular.

Ante estos síntomas, el paciente diabético debe consultar rápidamente a un especialista en retina que determine el grado de retinopatía diabética e indique la estrategia terapéutica personalizada más indicada.

Retinopatía diabética con sangrado intraocular


¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética?

El diagnóstico, clasificación y seguimiento de la retinopatía diabética se realizan mediante el estudio del fondo de ojo con la exploración oftalmológica bajo dilatación pupilar y/o una retinografía (fotografía de la retina).

Su estudio puede completarse con la realización de una angiografía fluoresceínica y una tomografía de coherencia óptica (OCT) para descartar la presencia de un edema macular diabético.

Angiografía fluoresceínica. Retinopatía diabética proliferativa.


¿Cuándo debe hacer una revisión oftalmológica un paciente diabético?

Según las recomendaciones del International Council of Ophthalmology (ICO), la primera revisión del fondo de ojo deberá realizarse:

  • Diabetes tipo 1: en los 5 primeros años del debut diabético
  • Diabetes tipo 2: en el momento del diagnóstico de la diabetes
  • Mujer diabética con planes de embarazo o embarazada: antes del embarazo o en el primer trimestre de gestación.
  • Diabetes gestacional: no requiere

Los controles sucesivos son programados de forma individual en cada paciente por el oftalmólogo teniendo en cuenta el grado de retinopatía, control glucémico y otros factores de riesgos asociados.

El aspecto más importante del screening y seguimiento de la retinopatía diabética es detectar de forma precoz los pacientes que necesitan tratamiento y evitar la progresión hacia una pérdida de visión permanente.


¿Cómo puedo prevenir la aparición y progresión de la retinopatía diabética?

El control de los niveles de glucosa en sangre, tensión arterial, colesterol y otros factores de riesgo ha demostrado ser muy importante para prevenir la aparición y progresión de la retinopatía diabética. Por ello, es imprescindible que el paciente diabético realice un correcto seguimiento sistémico con el endocrinólogo y/o médico de cabecera.


¿Cómo se trata la retinopatía diabética?

En fases iniciales de la retinopatía diabética no es necesario realizar un tratamiento ocular. El paciente deberá llevar un control adecuado de sus niveles de glucemia, la tensión arterial y otros factores de riesgo asociados a la progresión de la retinopatía diabética.

En fases más avanzadas, los tratamientos oftalmológicos son cruciales para detener la progresión de la retinopatía diabética y su evolución hacia la ceguera.  

Actualmente disponemos de 3 tipos de tratamiento para la retinopatía diabética avanzada: fotocoagulación retiniana con láser, inyecciones intravítreas con antiangiogénicos y microcirugía ocular (vitrectomía).

La fotocoagulación retiniana con láser tiene como objetivo tratar amplias zonas de retina isquémica para evitar la aparición o favorecer la desaparición de los vasos sanguíneos anómalos que caracterizan la retinopatía diabética proliferativa. En estos casos, la fotocoagulación retiniana requiere de un elevado número de impactos de láser que se realizan en varias sesiones de tratamiento.

El tratamiento intravítreo con inyecciones de antiangiogénicos permite la introducción de un fármaco directamente en el interior del ojo (cavidad vítrea) para tratar y curar la retinopatía diabética proliferativa. Los fármacos antiagiogénicos consiguen una rápida desaparición de los neovasos retinianos reduciendo el riesgo de sangrado intraocular. Además el tratamiento intravítreo mejora el edema macular diabético y el estadío de la enfermedad. Suele ser necesario repetir las inyecciones intravítreas hasta el control de la retinopatía diabética.

La vitrectomía (microcirugia ocular) permite eliminar los sangrados intraoculares causados por la retinopatía diabética devolviendo la máxima visión al paciente. Además permite acceder a la retina para repararla, pelar membranas y realizar una fotocoagulación láser completa, maniobras que ayudan a detener la evolución de la retinopatía diabética hacia la ceguera.

La elección del tipo de tratamiento, la combinación de ellos y la elaboración de una estrategia terapéutica por parte del retinólogo dependerá del estadio de la retinopatía diabética y presencia de complicaciones derivadas (hemorragias intraoculares, desprendimiento de retina, glaucoma, etc.).

Retinopatía diabética antes del tratamiento
Retinopatía diabética proliferativa después de la cirugía ocular y tratamiento intravítreo

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