¿Qué es el edema macular diabético?

El edema macular diabético es el daño producido por la diabetes en la mácula, zona del ojo responsable de la visión central que permite distinguir detalles, leer, coser, ver la televisión o reconocer las caras. Se caracteriza por la aparición de lesiones en el fondo del ojo y el acúmulo de líquido en las capas intrarretininas de la mácula.

La prevalencia del edema macular diabético en el mundo aumenta progresivamente debido al incremento de los pacientes diabéticos. Actualmente es la causa más frecuente de pérdida de visión en la población diabética. Un 20% de los pacientes con diabetes de tipo 1 y un 25% de los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollarán un edema macular al cabo de 10 años de la enfermedad.

¿Por qué aparece el edema macular diabético?

Los principales factores de riesgo para la aparición y progresión del edema macular diabético son la duración de la diabetes, un mal control de la glucemia y la hipertensión arterial.

La hiperglucemia mantenida durante un largo periodo de tiempo daña los vasos sanguíneos de la mácula que aumentan su permeabilidad y dejan pasar líquido hacia las capas intrarretinianas de la mácula. La mácula inflamada no funciona bien y la visión se altera.

¿Qué síntomas produce el edema macular diabético?

El engrosamiento y las lesiones maculares causadas la diabetes producen borrosidad y distorsión (imágenes deformadas) de la visión central, lo que se traduce con una reducción de la agudeza visual del paciente.

La pérdida de visión es la complicación más temida por los pacientes con diabetes debido al impacto que tiene en su vida cotidiana.

¿Cómo se diagnostica el edema macular diabético?

El edema macular diabético se diagnostica mediante la exploración del fondo del ojo bajo dilatación pupilar y la realización de una tomografía de coherencia óptica (OCT)..

La tomografía de coherencia óptica (OCT) es una prueba rápida, no invasive e indolora que permite observar in vivo las características y severidad del edema macular diabético. Con las imágenes del OCT se pueden identificar de forma muy precoz cambios anatómicos en la mácula. Es una prueba imprescindible para realizar el diagnóstico, seguimiento y valoración de la respuesta al tratamiento en los pacientes con edema macular diabético.

 La angiografía fluoresceínica (AGF) y la angio-OCT son pruebas complementarias que pueden aportar información útil sobre la enfermedad en determinados casos.

¿Cómo se trata el edema macular diabético?

En las fases iniciales del edema macular diabético, cuando la repercusión visual es mínima, no es necesario realizar un tratamiento ocular. El paciente deberá llevar un control adecuado de sus niveles de glucemia y tensión arterial para evitar la progresión de la inflamación macular.

En fases más avanzadas, los tratamientos oftalmológicos son necesarios para detener la progresión del edema macular y su evolución hacia la ceguera.  

Actualmente existen 4 opciones terapéuticas en el edema macular diabético que pueden usarse de forma combinada: inyecciones intravítreas con antiangiogénicos, inyecciones intravítreas con implante de dexametasona, fotocoagulación retiniana con láser, y el tratamiento quirúrgico con microcirugía ocular (vitrectomía). 

La elección del tratamiento y estrategia terapéutica por parte del oftalmólogo especialista en mácula debe tener en cuenta las características del edema macular y la condición sistémica del paciente diabético.

Las inyecciones intravítreas con antiangiogénicos han demostrado ser muy eficaces en el tratamiento del edema macular diabético y se consideran la primera línea de tratamiento. Los fármacos antiangiogénicos consiguen reducir el acúmulo de líquido intrarretiniano y recuperar gran parte de la visión pérdida. Suelen ser necesarias varias inyecciones antes de lograr estabilizar el edema macular. Además, estos fármacos consiguen mejorar el grado de retinopatía diabética de los pacientes.

Las inyecciones intravítreas con implante de dexametasona introducen en el interior del ojo un implante de corticoide biodegradable que consigue desinflamar la mácula de forma rápida, eficaz y más prolongada permitiendo una pronta recuperación visual en los pacientes diabéticos. En función de la respuesta individual al tratamiento puede ser necesario reinyectar el fármaco en repetidas ocasiones.

La fotocoagulación con láser y cirugía ocular deben reservarse para casos muy concretos de edema macular diabético.

¿Qué efecto tiene el tratamiento en la calidad de vida de los pacientes diabéticos?

El tratamiento con inyecciones intravítreas ha demostrado ser muy superior en el control del edema macular de los pacientes diabéticos. El aumento de la visión que consigue tiene un efecto directo en la calidad de vida de los pacientes que notan una gran mejoría en actividades cotidianas como leer el periódico, reconocer caras, coser, cocinar, encontrar objetos, bajar escaleras, conducir de noche o mirar la televisión, etc.