Membrana epirretiniana macular
Único tratamiento
microcirugía
ocular
Tras cirugía
75%
recuperan visión
Tras cirugía
90%
mejoran distorsión visual
¿Qué es una membrana epirretiniana macular?
Es una fina membrana que aparece sobre la retina macular y cuyas propiedades contráctiles hacen que la mácula se engruese y arrugue con la aparición de pliegues en su superficie.
La membrana epirretiniana suele aparecer a partir de los 60 años y en la mayoría de casos no existe una causa conocida (Idiopática). Algunas veces son secundarias a traumatismos, inflamaciones o cirugías oculares.
¿Qué síntomas produce una membrana epirretiniana macular?
La membrana epirretiniana macular se manifiesta por una pérdida de visión progresiva y la aparición de metamorfopsias (distorsión visual en que las líneas rectas u objetos aparecen ondulados o curvados).
¿Cómo se diagnostica una membrana epirretiniana macular?
La membrana epirretiniana macular se diagnostica mediante un examen del fondo del ojo y la realización de una tomografía de coherencia óptica (OCT).
La OCT permite visualizar la membrana como una fina capa de tejido que se extiende arrugando la superficie de la retina y deformando el perfil de la mácula.
¿Cómo se trata una membrana epirretiniana macular?
El único tratamiento de la membrana epirretiniana macular es la cirugía. Esta debe realizarse cuando existe una pérdida de agudeza visual importante, progresiva o que interfiere en la vida cotidiana del paciente, y cuando hay distorsión visual (metamorfopsias).
¿En qué consiste la cirugía de la membrana epirretiniana macular?
La cirugía de una membrana epirretiniana macular consiste en realizar una vitrectomía (extracción del gel vítreo) para acceder a la retina y extraer la membrana mediante un pelado.
Es una cirugía corta y ambulatoria (el paciente se va al domicilio) que se realiza en quirófano en condiciones estériles y bajo microscopio. Se usan instrumentos de microcirugía que penetran en el interior del ojo a través de 3 pequeños orificios en la esclera (“blanco del ojo”) que en la mayoría de casos no necesitan sutura al terminar.
Es una intervención quirúrgica no dolorosa que se hace bajo anestesia local (retrobulbar) introduciendo un producto anestésico alrededor del ojo mediante una inyección justo antes de la cirugía.
Es una cirugía segura con buenos resultados y una tasa muy baja de complicaciones. En la mayoría de los casos se consigue una recuperación visual y la desaparición de las metamorfopsias.
El 75% de los pacientes operados recuperan visión. La rapidez y el grado de recuperación visual varía de un paciente a otro en función de la antigüedad y severidad de la membrana epirretiniana.
El 90% de los pacientes que presentan metamorfopsias antes de la cirugía notan una clara mejoría de las distorsiones visuales desde los primeros días del postoperatorio.
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